La apertura a los signos de los tiempos y la creatividad para responder a los retos que los cambios de la realidad social y eclesial presentan a la Vida consagrada, fueron una de las características de nuestro Padre Fundador que nosotras hemos heredado como parte esencial de nuestra vida de Terciarias Capuchinas.
Recientemente, en respuesta a necesidades sociales y eclesiales, han surgido fraternidades cuyas hermanas trabajan en diferentes campos apostólicos o en la pastoral parroquial y que llamamos de “Pastoral diversificada”. Prestan su servicio colaborando con la Iglesia local (diocesana y parroquial) e instituciones civiles en favor de la promoción de la mujer, de los migrantes, de la justicia, paz y salvaguarda de la creación y en cualquier otro ámbito donde podemos proyectar nuestro carisma (cf. Dir. 50).