La Guajira colombiana, donde nuestras hermanas llegaron en 1905, fue el primer destino de misión fuera de España y, fieles a lo que el Padre Luis escribió en nuestras primeras Constituciones, en nuestra Familia religiosa se ha mantenido vivo el espíritu misionero “ad gentes” y hoy estamos presentes en sectores descristianizados o con una fe incipiente. Teniendo como objetivo principal de nuestra misión acompañar a los hombres en la búsqueda de Dios y manifestarles y anunciarles el mensaje de salvación del Evangelio, intentamos hacerlo a ejemplo de Francisco de Asís, con un estilo de vida que sea signo, desde el testimonio personal y la vivencia de la fraternidad. Con una actitud de minoridad y humildad, procuramos acoger a cada persona respetando su cultura y religiosidad, buscando en ella las huellas de Cristo y procurando adaptarnos a la realidad en que nos encontramos (cf. Dir. 48 y 49).