Lectio Domingo 24 de marzo, 2024

LECTIO DIVINA DOMINGO DE RAMOS, Ciclo B

Primera Lectura: Isaías 50, 4-7: «Por eso, endurecí el rostro como piedra, sabiendo que no sería defraudado (Cf. Is, 50,7).

 El profeta Isaías nos presenta la figura del siervo sufriente, describiéndolo como “discípulo y enviado” con un mensaje de consuelo: “Me ha dado lengua de iniciado para saber decir al abatido una palabra de aliento” (Cf. Is, 50,4), y continúa diciendo: “Me ha abierto el oído. Yo no me resistí ni me eché atrás, lo ha fortalecido para “Soportar los ultrajes y salivazos de sus agresores”, seguro de que no sería defraudado.» (Cf. Is, 50, 4;9a) 

Salmo 22: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Cf. Sal 22,1)

Este salmo, en su interpretación atribuida a la escuela Elohista, no se contrapone a la semblanza del siervo sufriente que nos presenta Isaías, seguro de que por más que sufra no quedaría defraudado. Algunos hermeneutas y exégetas sugieren que, al poner estas palabras en boca de Jesús en el suplicio de la cruz, se alude a la oración de la hora tercia que todo judío ofrecía un viernes. Él, asociado a su fe, se une al salmista, pero jamás se siente abandonado o dejado por el Padre y menos en el momento culmen de su sacrificio y entrega por amor.»

Segunda lectura: Filipenses 2, 6 – 11

 «Tomó la condición de esclavo, haciendo semejante a los hombres. (Cf Filp, 2, 7) Jesús pasó por el mundo como uno de tantos, demostrándonos que fuimos creados por amor y a imagen de Dios y que la semejanza con Él es nuestra tarea diaria. Sin embargo Jesús: “No hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo. Por eso Dios lo exaltó, dándole el nombre que está sobre todo nombre.»(Cf. Filp 2, 6-8

 Evangelio, Marcos 14, 1-15; 47: «La pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos se sitúa por su autor y por su estrecho vínculo con Pedro ante la comunidad de los romanos, a quien Marcos deseó fortalecer en tiempo de persecución con todos sus relatos. Marcos presenta a Jesús en su pasión como modelo en el sufrimiento y como salvador de los que creen en él.»

ESCUCHA:

Después de leer el Evangelio de Marcos en sus innumerables detalles para enmarcar el contexto de la pasión del Señor, es importante destacar un itinerario por el cual nos lleva el Evangelio. Todo empieza con el detalle del encuentro y la unción en Betania y las cruzadas interpretaciones en torno al “despilfarro del perfume” al que aluden algunos de sus discípulos intentando persuadir a los demás de que, podría haber sido mejor vendido para repartirlo entre los pobres.

Continuando este itinerario del evangelio presentando el diálogo en torno a los detalles de la preparación de la cena pascual y el relato destaca  el diálogo entre Jesús y sus discípulos durante la misma, desencadenando  la traición de Judas, la negación de Pedro, el arresto de Jesús, la confrontación ante pilatos, el suplicio de la condena, la flagelación, el camino al Gólgota con la cruz a cuestas y finalmente la muerte y sepultura de Jesús .»

CONTEMPLA:

Todos conocemos los detalles de este relato y su cruento desenlace; pero detengámonos en algunas expresiones claras y contemplemos desde la memoria del corazón estas palabras dejando que calen en lo más profundo de nuestra experiencia creyente:

  1. “Ella se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura”.
  2. prometieron dinero a Judas Iscariote.
  3. ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la pascua con mis discípulos?
  4. “Uno de vosotros me va a entregar; uno que está aquí comiendo conmigo.»
  5. «Esto es mi cuerpo, ésta es mi sangre; sangre de la alianza”.
  6. “Antes que el gallo cante dos veces me habrás negado tres”.
  7. “Empezó a sentir terror y angustia”.
  8. “Prendedlo y conducidlo bien sujeto”.
  9. “Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios.”
  10. “No conozco a ese hombre”.
  11. ¿Qué decís?… ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?
  12. “Le pusieron una corona de espinas que habían trenzado. Llevaron a Jesús al Gólgota y lo crucificaron”.
  13. “A otros ha salvado, que se salve a sí mismo”
  14. “Jesús dando un fuerte grito, expiró”. J
  15. “José de Arimatea rodó una piedra a la entrada de la sepultura.»

Es importante detenerse y permitir que esas expresiones resuenen en lo más profundo de nuestro ser. Cada palabra puede confrontar nuestra fe y fortalecer nuestra esperanza. 

PREGÚNTATE

¿Cómo podemos actualizar la Pasión de Cristo en nuestra vida diaria? ¿Cómo adherirnos a su sacrificio de amor, sin sentir que la  muerte en Cruz es una derrota?

INVITACIÓN

En este tiempo de gracia que inaugura el Domingo de ramos dispongamos nuestro corazón para actualizar el misterio de la Pasión, muerte y resurrección del Señor en nuestra propia vida. Que estas vivencias nos ayuden a comprender el sentido redentor del sufrimiento y sobre todo a anhelar con esperanza el alba de la pascua y el encuentro con el Señor de la vida que vence la muerte con su resurrección.

Hna. Sandra Milena Velásquez Bedoya, tc

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